Alguien está esperando que tomes una decisión, y desde luego se espera que esta siempre sea tomada desde el amor. 
Y para alguien que se desvela con facilidad… es inevitable que ante la toma de decisiones me pare unos segundos a tener una conversación. Con el amor.

Tengo la capacidad de observar a las personas en su parte más brillante, me gusta aferrarme a la luz que desprenden. Considero que tengo el don de centrarme siempre en lo valioso, lo que les hace únicos, lo especial, lo inaudito. Y con rapidez entro en lo que todos llamamos; “el estado de enamoramiento”. 
Pero para amar… ay amigos…, para eso en cambio sé que se necesita precisamente algo más, y entre un millón de cosas; el tiempo.

Me asustan las personas que miran con pudor al amor, cómo repelen ese estado embriagador que nos envuelve en los mejores aromas. Individuos que se justifican en sus terribles pasados llenos de tormentas que les impiden amar, avanzar y hasta incluso en ocasiones, volver a vivir. Porque vivir es amar, lo otro; es simplemente existir…

¿Piensas que eres el único que tiene malas experiencias del pasado? 
Déjame decirte que nadie puede librarse de sus recuerdos; pero la clave está en saber qué puedes hacer con ellos, cómo puedes torearlos, saltarlos, no pensarlos; y en un proceso momentáneo borrarlos. Darles paz a tus infiernos.

Los hay también que deciden vivir debajo de un paraguas imaginario de “amor propio” que según ellos les impedirá mojarse. Y os estáis mojando por completo. 

Tú eliges: Reconstruirte y quedarte con el aprendizaje, o recrearte cada día en ellos; los recuerdos. Y estancarte en ese horrible estanco de mierda y fango. 
Tu elección es tuya, propia.

A ver si entendéis que quererse, además de a uno mismo; también conlleva el gran esfuerzo de saber amar al resto. Efecto espejo.

Para AMAR se necesita realmente tiempo, es la segunda fase a la que nos enfrentamos después del “estado de enamoramiento”. 
Se necesita valor, coraje, mucha inteligencia. 
Vivir la oportunidad que en contadas ocasiones nos presenta la vida. 

El enamoramiento es pasajero.
El amor en cambio es duradero, valioso, verdadero… hay que cuidarlo.
Únicamente para guerreros. 

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